El desarrollo físico corporal que se logra con el entrenamiento de armas, también es un punto a destacar, dado que al entrenar los movimientos marciales con el peso propio de las diferentes armas, algunas de considerable porte, nos permiten un desarrollo muscular e importante aumento de la masa.
Estudios modernos demuestran que el trabajo y entrenamiento en armas tradicionales incrementa la concentración y ayuda a mitigar los trastornos del síndrome de atención.